LA CONJURACIÓN DE LAS PALABRAS

En La Conjuración de las palabras (Abril, 1868), Benito Pérez Galdós nos cuenta la rebelión de las palabras de la lengua española, considerándose maltratadas por los autores.

Tres elementos caracterizan este texto: primero, la declaración de amor de la lengua castellana, segundo su poesía y por último, la alegoría de la situación española del año 1868.

1.- La conjuración es un texto que ilustra el amor de don Benito por la lengua. A través de su “templo”, el Diccionario, el autor describe un “gran monumento”, un laberinto maravilloso, que suscita la admiración y la deferencia. La lengua es casi una fuente de culto, una fuerza sobrenatural para Galdós. El tono general del cuento ilustra esta admiración: el espectáculo que ofrecen las palabras es “magnífico y sorprendente” y las hipérboles refuerzan el sentimiento extraordinario de la historia y de los personajes que son las palabras.

2.- El aspecto poético de este cuento es típico de un cuento tradicional. Se trata de héroes y de guerreros, de una aventura también. La personificación de las palabras es el elemento más importante de la poesía de este texto. Las palabras hablan y se mueven como los personajes tradicionales de los cuentos, creando una incongruencia extraordinaria que sin duda divierte al lector. En este cuento, Galdós “anima” el proceso lingüístico. Las palabras se combinan, se atraen o se rechazan, como las idean que le componen.

3.- Este texto es más que un hermoso texto. Es también una denuncia y una anunciación. En efecto, Galdós hace a sus palabras hablar para criticar ciertas injusticias o absurdos de la sociedad española y humana en general. Este revolución anuncia claramente la de septiembre de 1868 que supuso el destronamiento de la reina Isabel II. En un periodo de crisis económica, política y social en España, el levantamiento parecía inevitable y en este tiempo de confusión, Galdós describió en La Conjuración el futuro inmediato de España. Sin embargo, su texto se termina con el fracaso de la revolución, la realidad fue diferente.

En resumen, en este cuento, Benito Pérez Galdós, no solamente nos ofrece un texto divertido y malicioso nos ofrece también un texto fuerte y lúcido sobre la situación política española. Detrás de la historia incongruente de las palabras se esconde la realidad de una sociedad enferma a punto de explotar, donde los adjetivos, los pronombres, los verbos, y los otros son los actores de la cólera del pueblo.

                                                                                   Jean Annaix. Université de Nantes.

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